A pesar de la derrota de COQUIMBO UNIDO frente a Audax Italiano en la Copa Chile MTS, el encuentro jugado el 17 de junio en La Florida fue inolvidable para Cristián Zavala Briones. Nacido en Puente Alto el 3 de agosto de 1999, tuvo sus primeros minutos como jugador del BARBÓN tras ingresar en el minuto 81 por Mario Pardo.

Para llegar a debutar en el elenco aurinegro, el delantero debió recorrer un largo camino, superando lesiones y sacrificios.

“Comencé a jugar en la Escuela de Fútbol de Colo Colo Paraguay. Jugamos un encuentro amistoso frente a la Escuela de Talentos de Las Condes. Me vieron y me fui para allá. Después me llevaron en una prueba exclusiva de Colo Colo, donde estuve tres años saliendo campeón dos veces. Me echaron y posteriormente estuve en Magallanes”, señaló.

Su instancia en la “Academia” fue truncada por la mala suerte. “En un partido en la sub 17 frente a Unión Española me corté el menisco medial, me operé y estuve dos meses sin jugar. Al tercer mes mientras estaba trotando nuevamente me corté el menisco”, recuerda.

Cerradas las puertas, se jugó la siguiente carta haciendo un sacrificio. Apostó por viajar al PUERTO PIRATA esperando una última oportunidad de consolidar sus condiciones futbolísticas.

“Con mi polola viajamos a Coquimbo. Fuimos a la casa de unos tíos de mi polola y para no incomodar, nos quedamos en el patio y dormíamos dentro de una carpa con una cama inflable durante dos meses. Me fui a probar y jugué un partido en Salamanca. Tras el partido me dijeron que trajera los papeles”.

Tras quedar en la juvenil del BARBÓN, Cristián Zavala comenzó un camino ascendente. “En mi primer partido frente a Cobreloa y convertí un gol, algo que me emocionó pese a que perdimos. Fue pasando los partidos, llevaba cinco goles en la serie sub 19, hasta que me dijeron que fuera a entrenar con el primer equipo. Eso fue durante cuatro semanas. Hasta que el partido frente a Audax Italiano, me citaron. Lloré porque recordé todo lo que he vivido en mi carrera”.

El juvenil admite que en seis meses se convirtió en fanático de COQUIMBO UNIDO. “Mi polola sabe que veo videos de la barra de COQUIMBO UNIDO. Cuando fui por primera vez al estadio sentí el apoyo, el aliento es distinto. Fue entretenido verlos cantar. Eso me enamoró de COQUIMBO UNIDO. La idea es estar un buen tiempo en el equipo porque nos gusta la ciudad”.

Fotografías: Hernán Contreras/Comunicaciones Coquimbo Unido