Fue un partido totalmente atípico. Sí, efectivamente nadie quería algo similar. Pero ya estaba, había que solo pensar en que los tres puntos quedaran en casa y así fue. Aunque tuvo un color distinto, ese que solo logra darle la única y fiel FAMILIA AURINEGRA.

Todo comenzó al reunirse los jugadores en el estadio Francisco Sánchez Rumoroso. La citación era más temprano de lo habitual, por lo que la emoción comenzó incluso mucho antes del entrenamiento matutino el pasado sábado 26 de mayo. Tras gestiones y autorización de dirigencia, se dispuso de un bus de la empresa regional San Bartolomé, en el cual los jugadores fueron a buscar el aliento del hincha que se extrañaría en el partido.

Un recorrido por La Herradura encontró a la multitud AURINEGRA que se unía a la caravana de los PIRATAS que llegarían al FORTÍN DEL LLANO. El carnaval de la barra, como siempre, no faltó, y así lo hicieron sentir las más de 250 personas que acompañaron a la escuadra PORTEÑA hasta el acceso Maratón del Francisco Sánchez Rumoroso. Y no es casualidad, ya que este gesto solo demuestra la confianza del plantel en que los hechos ocurridos ante Santiago Wanderers no se volverán a repetir, sino que también es una muestra fidedigna del amor que tiene este equipo con su noble, fiel y esforzada hinchada, tanto por los fanáticos que aún estamos, como también por los que en el recuerdo desde el más allá siguen alentando al PIRATA.

Uno a uno bajaron nuestros GUERREROS AURINEGROS, vitoreados por los muchachos y muchachas que solo se dedicaron a alentar al ritmo de la Banda del Barbón. Comportamiento ejemplar que demuestra la convicción que tenemos todos en que remando para el mismo lado, tendremos a COQUIMBO UNIDO avanzando semana a semana en búsqueda del anhelado objetivo.

El partido se disputó con FUERZA Y CORAJE, resultando victorioso el elenco dirigido por Patricio Graff, quienes en muestra de agradecimiento, se acercaron de igual manera a la orilla de la cancha. Saludaron como corresponde a los PIRATAS que se apostaron en las afueras del recinto, quienes hicieron sentir ese apoyo incondicional, aunque fuese atrás de las rejas del perímetro, que caracteriza al COQUIMBANO.

Noche diferente, pero que vuelve a confirmar que todos juntos SOMOS PIRATAS.

Fotografías: Hernán Contreras/Comunicaciones Coquimbo Unido